Panamá traslada a más de 100 migrantes hacia Colombia en operación de “flujo inverso”

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Un grupo de 109 migrantes, entre ellos 34 menores de edad, fue trasladado por vía marítima desde el puerto de Colón hasta la comunidad de La Miel, en la costa caribeña de Panamá, fronteriza con Colombia. La operación, liderada por el Servicio Nacional de Migración (SNM) y el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), forma parte de una estrategia de “flujo inverso” que busca facilitar el retorno de migrantes hacia Suramérica.

Los migrantes, provenientes de nueve países distintos, habían llegado a Panamá luego de cruzar el peligroso tapón del Darién con la esperanza de establecerse en Estados Unidos. Sin embargo, muchos se vieron forzados a regresar tras el endurecimiento de las políticas migratorias con la llegada de Donald Trump a la presidencia.

Una fuente cercana al operativo explicó que varios de estos migrantes habían solicitado regresar desde el Centro de Atención Temporal para Migrantes (Catem) en Costa Rica. El trayecto de retorno por la selva del Darién es inviable, por lo que las autoridades panameñas habilitaron embarcaciones estatales como alternativa segura y económica.

A diferencia de las embarcaciones privadas —cuyos costos oscilan entre 150 y 260 dólares—, el traslado oficial supone un aporte mínimo por parte de los migrantes. Esto ha permitido que familias con escasos recursos puedan avanzar en su regreso, tras meses de travesía.

Tal es el caso de Mari Cordero, una venezolana que junto a su esposo e hijo de siete años decidió emprender el camino de vuelta después de casi diez meses de viaje. “Cuando por fin conseguimos la cita para entrar a EE. UU., todo se canceló con la llegada de Trump”, relató a EFE. Aunque esperaba poder embarcarse de regreso, no logró reunir los 45 dólares por persona que exige el trayecto privado de La Miel a Colombia.

La migración inversa ha cobrado fuerza en los últimos meses. Según datos oficiales, en abril solo 73 personas cruzaron el Darién hacia el norte, en comparación con las más de 29.000 del mismo mes en 2023, lo que representa una caída del 99,7 %.

El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha asegurado que “para todos los efectos prácticos”, el Darién está cerrado como ruta migratoria irregular. Mientras tanto, cientos de migrantes como Mari siguen buscando caminos seguros y humanitarios para regresar a sus países, aun sin pasaporte o salvoconducto.

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