El billete de 10 pesos oro, emitido en Colombia el 20 de julio de 1923, se ha convertido en una joya para los coleccionistas de numismática. Este ejemplar, que dejó de circular en 1980 al ser reemplazado por monedas de 10 pesos en níquel, es altamente valorado por su escasez y relevancia histórica. Dependiendo de su estado de conservación, su precio puede variar entre 3.800.000 y 18.000.000 de pesos.
La numismática, el arte de coleccionar monedas y billetes, ha ganado popularidad en el país, atrayendo a apasionados que valoran estos objetos por su diseño, historia y rareza. Los billetes en excelente estado son los más codiciados, ya que su conservación sin manchas, roturas o desgastes incrementa significativamente su valor en el mercado.
El billete de 10 pesos oro tiene precios diferenciados según su condición. Un ejemplar en estado regular puede alcanzar los 3.800.000 pesos, mientras que uno en buen estado puede valer 8.500.000. Los ejemplares en muy buen estado llegan a los 18.000.000, y los que estén sin circular son considerados piezas únicas cuyo valor aún no se ha establecido.
Este tipo de billetes destaca no solo por su diseño, sino también por la historia que reflejan. Los coleccionistas buscan piezas como estas por su conexión con momentos clave de la evolución política y económica del país. Además, el billete del 20 de julio de 1923 tiene un atractivo adicional al ser considerado un objeto escaso.
El coleccionismo de monedas y billetes no solo es una actividad histórica y cultural, sino también una inversión. Para los expertos, ejemplares como el billete de 10 pesos oro representan no solo exclusividad, sino una oportunidad para preservar la memoria histórica y apreciar el arte detrás de su creación.