Frente a las costas de Nagasaki, se encuentra Hashima, una pequeña isla que no supera las seis hectáreas, pero cuya historia está marcada por la prosperidad y el sufrimiento. Conocida también como la Isla del Acorazado, Hashima fue un centro neurálgico de la industria minera de carbón en Japón durante el siglo XIX y XX.
Adquirida por el conglomerado Mitsubishi en 1890, Hashima se convirtió rápidamente en una comunidad vibrante, con infraestructuras que incluían teatros, escuelas y hospitales para sus habitantes. En su apogeo en 1959, la isla albergaba a más de 5.000 personas, gracias a la intensa explotación de sus minas subterráneas. Sin embargo, este crecimiento estuvo acompañado por condiciones de trabajo extremas y deshumanizantes, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el conflicto bélico, civiles coreanos y prisioneros de guerra chinos fueron forzados a trabajar en las minas de Hashima, enfrentando temperaturas superiores a los 37 °C a un kilómetro bajo el nivel del mar. Más de 1.300 trabajadores murieron debido a hambre, agotamiento y desnutrición. Las severas enfermedades respiratorias, causadas por la inhalación de polvo de carbón mezclado con el aire marino, fueron una causa frecuente de muerte en la isla.
El agotamiento de las reservas de carbón llevó al cierre de las minas en 1974, dejando a Hashima desierta. Desde entonces, sus edificios han quedado en ruinas, convirtiéndose en un testimonio silencioso del auge y la caída de esta comunidad minera. A pesar de su abandono, la isla ha capturado la imaginación del público, especialmente después de ser utilizada como escenario para la película ‘James Bond: Skyfall’ en 2012.
Hoy en día, Hashima es un destino turístico limitado, donde las autoridades permiten visitas controladas. Este acceso restringido ha aumentado el interés por explorar la isla fantasma, que ofrece una mirada inquietante al pasado industrial de Japón. La historia de Hashima es un recordatorio poderoso de la tenacidad humana frente a las adversidades y las consecuencias de la industrialización sin control.