🗣️“Por favor ahorremos agua, la situación es crítica”, escribió ayer jueves el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en X.
Bogotá está sufriendo las consecuencias del fenómeno de El Niño que arrancó a comienzos de 2024, primero con los incendios forestales en los cerros orientales en enero y ahora con la sequía que provocó el plan de racionamiento en algunos sectores de la capital.
La empresa Acueducto y Alcantarillado de Bogotá reportó una baja histórica en los niveles de agua de los embalses que abastecen la mayor cantidad del agua potable, una combinación de fenómenos naturales y de consumo no responsable de agua, han llevado a prender las alarmas en la capital del país que ya supera los 10 millones de habitantes.
Con una serie de fotos comparativas, se puede apreciar que dos de los embalses en estado crítico son el de San Rafael y Chuza, pertenecientes al sistema Chingaza, que según cifras del Acueducto y Alcantarillado, llega al 54,49% y aportan el 70% del líquido.
Para hacer frente a la situación, la Alcaldía de Bogotá anunció un racionamiento del servicio de agua por medio de suspensiones alternadas que ya empezó a regir ayer jueves 11 de abril.