En vísperas de un nuevo año, a la incertidumbre generada por la inflación mundial y la inestabilidad económica de la región, muchos ciudadanos le agregamos la pregunta que nos carcome el cerebro por las noches ¿Será que van a volver a abrir el peaje? Y no es para menos hacerse esa pregunta, pues es conocido el impacto económico, social y territorial, que se da cuando un territorio traza una frontera con un peaje, más aún cuando esta se interpone en la cotidianidad de los ciudadanos.
La Agencia Nacional de Infraestructura ANI ha adelantado diferentes mesas de diálogos con propuestas para la reactivación de los peajes tanto en Cartagena como el de Turbaco, las cuales activistas y ciudadanos han rechazado con justas razones. Sin embargo, la zozobra de una posible apertura nos sigue acompañando.
Para puntualizar en un caso, el peaje de Turbaco fue suspendido el cobro desde el 1 de diciembre del 2021 y desde entonces han circulado vehículos del municipio y de otros sin pagar la tarifa que estaba establecida. Esto ha significado el ahorro de miles de millones de pesos para las familias del norte de Bolívar, beneficiando principalmente a municipios como Arjona, Turbaná, Cartagena y esencialmente a Turbaco.
Dentro de las mesas de diálogos la ANI propuso: “la reactivación del cobro del peaje con una tarifa diferencial para una inversión de 25 mil millones en obras” lo cual recibió un rotundo rechazo. Y es que claro, el pago de un peaje encarece el transporte público, el precio de los alimentos, diferentes productos y los arrendamientos, lo cual no compensa las obras propuestas.
Hay una muestra clara de que el tiempo en que los ciudadanos se deslumbraban por maquetas y obras está quedando atrás. El despertar del sentido común en la política está repercutiendo en ciudadanos que hacen valer su derecho y se preocupan por la dignidad e identidad de sus territorios.
Sin embargo, existen 2 factores que se deben analizar desde una visión de gobierno conjunta: La primera: ¿Quién y cómo se asume el mantenimiento de la vía doble calzada que atraviesa estás municipalidades? Y la segunda, que es un complemento de la primera: ¿Bajo qué figura se articulan los municipios y el distrito para darle continuidad al desarrollo de la malla vial regional?
Un reto que se debe poner en el debate público de manera urgente antes de la elección de los nuevos mandatarios. Esto teniendo en cuenta que el mandado popular es claro: ¡No queremos más peajes!
Jasmel Contreras
Comunicador social y periodista
Maestrando en administración pública
