Balenciaga y la problemática de convertir los cuerpos en objeto de deseo sexual

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Las imágenes de la moda vienen con pros y contra, así como impulsan a las personas a la compra del objeto también se recargan de una atracción sexual que en ocasiones puede no ser adecuada, tal es el caso de problemática la más reciente campaña de Balenciaga, que ha alentado una avalancha de críticas en redes y de la que ya se han retirado todos sus avisos.

La reconocida marca en esta campaña pone a diferentes niños (no mayores de cuatro años) a posando mientras abrazan una cartera afelpada de un teddy bear que va vestido con todo tipo de referencias bondage como candados en el cuello, latex negro, arneses y mallas, ordenadamente puestos en medio de un set en donde se despliegan esposas, velas y cintas adhesivas lo cual deja un mensaje particular y para algunos no visto con buenos ojos.

Entonces a raíz de este tipo de campaña pueden surgir unas preguntas que pueden ser bastante incomodas como: ¿El anhelo por ese bolso pasa por el anhelo del cuerpo del infante que tiernamente lo abraza? ¿Por qué es el cuerpo de un niño el que se engrana en un andamiaje de sadomasoquismo? ¿Por qué si un niño no tiene plena agencia sobre su cuerpo, se le está exponiendo para atraer la mirada sobre un producto que a todas luces usarán y desearán personas adultas y no niños?

Esta apuesta publicitaria le ha valido a Balenciaga tener que salir a expresar sentidas excusas públicas e incluso anticipar una investigación judicial, la marca no solo ha desconocido algo esencial de cómo funciona el sistema de la moda y su imperio de imágenes, también se ha pasado por arco del triunfo acuerdos esenciales que tenemos como sociedad pactado desde principios del siglo XX (1924): proteger a las niñas y niños y ver, representar y entender sus cuerpos como despojados de todo deseo.

Hemos convenido como sociedad, después de un largo trecho en la búsqueda de los derechos de las infancias, que cualquier tipo de acercamiento sexual con un menor de edad es un delito y viola su derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal. Pero si un niño se muestra, con o sin intención, en un aviso publicitario legítimo y de masiva difusión como un objeto de deseo, o como agente activo en un universo sexualizado, ¿no sugiere esa imagen que colectivamente nos damos permiso de desear ese cuerpo?

Ahora bien al ver las imágenes de Balenciaga como no pensar en las cifras escandalosas que indican que de enero a agosto de 2022 se atendieron 13,879 casos de presunto delito sexual en niños, niñas y adolescentes en Colombia. O las cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas que indican que, en América Latina y el Caribe, un millón y medio de adolescentes de entre 15 y 19 años dan a luz cada año.

Mire usted por si mismo y determine que piensa, nos gustaría saber su opinión en los comentarios…

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