El gobierno del presidente Gustavo Petro había propuesto en la reforma tributaria la cual busca recolectar 20 billones de pesos para el plan de su gobierno, propuso que las Iglesias pagaran un impuesto de renta del 20% por actividades diferentes al culto, la beneficencia y la educación.
Aunque el articulo de ley había sido aprobado en la cámara de representantes, en el senado se hundió.
La decisión se tomó en el Ministerio de Hacienda, entre los cuatro conciliadores, el jefe de la cartera, José Antonio Ocampo; el ministro del Interior, Alfonso Prada, y la senadora de Colombia Justa Libres Lorena Ríos.
No obstante, el pulso por gravar las iglesias no termina. La representante a la Cámara Katherine Miranda, quien fue una de las principales promotoras de dicho impuesto, aseveró que seguirá insistiendo para hacerlo en el Congreso.
Sobre la eliminación del impuesto en la tributaria, lamentó la decisión y dijo que “se quedó sola dando esa batalla” y, en su opinión, “ganó el chantaje”. Para ella, es un pésimo mensaje que se le está enviando a la ciudadanía.