La tienda Justo&Bueno logro en poco tiempo posicionarse como la segunda cadena de descuento más amplia del país. La competidora de tiendas ARA y D1 vendía antes de la pandemia 3,2 billones de pesos anuales, siendo así una de las discouter más rentables.
Pero todo lo que sube en algún momento tiene que bajar y para Justo&Bueno no fue la excepción, con los efectos de la pandemia y asociados a una mala administración, la tienda paso de tener ganancias a tener deudas por 1,2 billones de pesos, recibiendo como consecuencia una orden de liquidación por parte de la superintendencia de sociedades.
Otras acciones que llevaron a la liquidación de la tienda, fue que la administración de ese momento (2021) decidió abrir más locales en Colombia y además incursionar en mercados internacionales como los de Panamá. Razón que fue llevando a Justo&Bueno a una situación de impagos con sus proveedores y posteriormente con los empleados.
El proyecto de recuperación para salvar a Justo&Bueno toma fuerza esta semana gracias a la firma mundial Deloitte y la multinacional Lobbying&Consulting, la cual es presidida por Alfonso Giraldo Castro, un empresario colombiano que ha figurado en varias de las grandes empresas del país, una de las tantas son 3M, Dupont, HEL, Wester Union; Grupo Cobra; y Codere. Giraldo informó que Lobbying&Consulting junto con la firma mundial Deloitte están buscando dinero fresco para salvar a Justo&bueno. La propuesta consiste en inyectar más o menos US$40 millones para cubrir gastos administrativos y estabilizar la operación. Actualmente están esperando que Supersociedades de el permiso.
La tienda recibió varias ofertas que nunca se concretaron, la primera fue un fondo ruso del que nunca se supo nada; la siguiente fue el fondo americano MGM Innova Capital, presidido por Marco Monroy, el cual terminó colocando US$4,5 millones para Justo&Bueno. Luego llegó el prometedor fondo chino llamado JFC, que significaba Joining Futures Capital International Limited, pero que finalmente eran las siglas del colombiano, Jhon Jairo Flores Capital. Este había afirmado que iba a comprar a la compañía, pero finalmente esto resulto siendo solo “un cuento chino”, pues nunca llegó el dinero prometido.