Una mujer británica de 37 años, llamada Lois Walker supo que tenía un cáncer estadio 4 el mismo día que traía al mundo a su tercer hijo, la mujer llevaba padeciendo dolores de estómago durante meses, a lo que los médicos que le atendían en ese entonces se lo atribuían a la ansiedad.
Ya entrado en su proceso de parto Walker debía hacerlo por medio de una cesárea, fue entonces cuando el equipo médico logro ver que la mujer padecía un cáncer terminal en estadio 4. Durante la cesárea, encontraron varios tumores tanto en sus ovarios como en el revestimiento del abdomen y en los ganglios linfáticos.
El estadio 4 de un cáncer es el más alto y es cuando este está más avanzado, además de ser de los que propagan más y suelen tener el peor pronóstico.
Por su parte La británica acusa a los médicos de no escucharla y achacar sus dolores al síndrome del intestino irritable o ser fruto de la hipocondría: “Quería que me tomaran en serio, sentía que algo iba muy mal, afirmó la mujer entre sentimientos encontrados.