Se trata de un palito con una punta de goma espuma que recoge la muestra de saliva y se coloca por unos instantes en la boca. Luego ese palito se coloca dentro de un cartucho (similar a un bolígrafo de plástico) que es donde se da la reacción bioquímica que detecta la hormona del embarazo.
Solo hay que esperar 10 minutos para obtener el resultado y la forma de leer el resultado es la misma: una rayita significa que no hay embarazo y dos rayitas que sí hay embarazo.
A diferencia del test de embarazo de orina, este se puede realizar en cualquier momento y lugar, convirtiéndose en un mecanismos más simple e higiénico.
El cofundador y presidente de Salignostics, Guy Krief, afirma que los estudios de la compañía apuntan a que este método será popular, ya que “casi el 70% de las mujeres optarían por una prueba de embarazo a base de saliva en comparación con el 16% que preferiría seguir con el método basado en la orina”.