En un comunicado publicado en la página digital, al parecer administrada por el Ejército de Liberación Nacional, publicaron que “después de hacer las indagaciones respectivas, ninguna de nuestras estructuras tiene responsabilidad directa o indirecta en este caso […] Nunca nos comunicamos con Rodolfo Hernández para solicitar dinero y poder liberar a su hija, pues nosotros no la teníamos”.
Juliana Hernández Oliveros tenía 23 años cuando fue secuestrada en el 2004, en Ocaña, Norte de Santander, cuando pasaba unas vacaciones universitarias en una finca con una amiga. El actual candidato presidencial y su familia siempre le atribuyeron la desaparición al grupo armado.
Posteriormente a Hernández le habían secuestrado a su padre por el cual les tocó pagar una suma de 50 millones a las FARC para su liberación, al conocer el secuestro de su hija no accedieron a la extorsión y nunca se supo más de ella. “Hicimos una reunión con la familia y mi mamá dijo ‘vamos a ver qué pasa’ y la mataron” contó el candidato.
El comunicado del ELN finaliza diciendo que no hay que descartar la posibilidad que alguna banda se hiciera pasar por ellos para pedir el dinero de su liberación.