En respuesta al creciente malestar de los taxistas colombianos por los elevados costos de operación, el Gobierno anunció la implementación de un subsidio a la gasolina para aliviar la carga financiera de más de 230.000 vehículos registrados en el Runt. Esta medida, que se espera desde el segundo semestre de 2023, busca contrarrestar el impacto del aumento gradual en el precio del combustible y la competencia de las plataformas de transporte.
A pesar de las expectativas generadas, el proceso para la entrega del subsidio ha enfrentado diversos obstáculos. Aunque se ha hablado de un monto específico, aún no hay información oficial por parte del Ministerio de Transporte, y el gremio de taxistas, liderado por Hugo Ospina, insiste en la necesidad de un cambio en la fórmula de cálculo del precio de la gasolina, que afecta tanto a los conductores como a la población en general.
Los intentos previos de establecer medidas diferenciales en el precio de la gasolina para los taxistas han encontrado dificultades, como la propuesta de estaciones de servicio con entradas exclusivas o la definición del beneficiario del subsidio entre los conductores y los vehículos. Esta complejidad administrativa ha demorado el proceso de implementación y generado incertidumbre entre los afectados.
A pesar de las tensiones, el gremio de taxistas ha optado por el diálogo y la concertación en lugar de movilizaciones. Sin embargo, la falta de avances concretos en la entrega del subsidio plantea interrogantes sobre el futuro de esta medida y su impacto en el sector del transporte público en Colombia.