La tecnología ha traído al alcance de la mano de las personas a una serie de juguetes inteligentes que pueden interactuar con los niños de forma más dinámica e incluso ayudar a los padres a monitorear las actividades de sus hijos. Estos juguetes por medio de imágenes y sonidos que captan sus cámaras y micrófonos pueden ser vistas desde un teléfono inteligente, pero estos juguetes también pueden convertirse en una amenaza para la ciberseguridad de un hogar, al violar la intimidad de una familia.
De acuerdo con expertos en ciberseguridad, los ‘smart toys’ pueden ser utilizados para espiar a los habitantes de un hogar. De hecho, cibercriminales podrían convertir esos juguetes en un medio para robar datos personales, contraseñas de acceso u otro tipo de información íntima que eventualmente sería usada para ejecutar una estafa o extorsionar a las víctimas.
En un informe emitido por S2 Grupo, entidad especializada en ciberseguridad, los juguetes inteligentes tienen importantes limitaciones en materia de seguridad y por ello representan un elemento muy útil para los ciberdelincuentes, ya que ese dispositivo se puede convertir en la puerta de acceso para invadir la red wifi de un hogar y así espiar a sus habitantes desde otros dispositivos vulnerables.