Dr. Christian Borrero: la cirugía estética como camino hacia el bienestar, no la perfección

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En medio del crecimiento acelerado de la cirugía estética en Colombia y el aumento de pacientes extranjeros que viajan al país en busca de procedimientos seguros y efectivos, el nombre del Dr. Christian Borrero ha tomado protagonismo no solo en quirófanos, sino también en conversaciones públicas, medios de comunicación y redes sociales.

Este cirujano plástico, con más de 20.000 procedimientos realizados, presencia en Forbes, más de 290 mil seguidores en Instagram, y reconocido por romper dos Guinness World Records junto a los influencers Yeferson Cossio y Sebastián Giraldo, se ha posicionado como uno de los referentes más confiables y visibles del país. Pero su verdadero mérito va más allá de la fama: ha logrado resignificar la cirugía estética como una herramienta de salud emocional, autoestima y bienestar físico, no solo como una búsqueda de belleza superficial.

“La cirugía no debe ser una moda ni una presión social. Debe ser una decisión personal, consciente y médicamente responsable. Mi tarea no es cambiar cuerpos, sino ayudar a las personas a reconciliarse con ellos”, afirma el Dr. Borrero en entrevista con Semana Salud.

Formado con estándares internacionales y respaldado por reconocimientos como la condecoración del Congreso de la República por su labor humanitaria y el galardón como Mejor Cirujano Influencer en los Instafest Awards, el Dr. Borrero lidera una práctica basada en valores fundamentales: seguridad, personalización y acompañamiento integral.

Su técnica de lipoescultura de alta definición, una de las más solicitadas por pacientes nacionales e internacionales, se basa en una premisa clara: cada cuerpo tiene una forma natural que puede ser esculpida, no forzada. Para él, la clave está en el equilibrio: respetar la biología, evitar excesos y garantizar resultados reales.

A través de sus plataformas digitales y apariciones en medios, el Dr. Borrero ha educado a miles de personas sobre la importancia de:

  • Evaluar si realmente se necesita un procedimiento quirúrgico.
  • Elegir un cirujano certificado y con experiencia.
  • Entender los límites de la cirugía.
  • No operar por moda, tendencia o comparación.
  • Cuidar el cuerpo antes, durante y después de una intervención.

Su consulta no comienza en el quirófano, sino en la conversación.

“Escucho primero. Entiendo lo que el paciente busca y lo que lo motiva. Hay personas a las que les digo que no se operen, que lo que necesitan no es una cirugía, sino trabajar su imagen interna”, comenta.

Colombia se ha convertido en un epicentro de turismo médico estético, y el Dr. Borrero es parte activa de esta transformación. A través de su clínica en Medellín, recibe pacientes de Estados Unidos, Canadá, España, México y otros países, bajo un modelo de atención que prioriza la seguridad, el acompañamiento profesional y la recuperación integral.

El protocolo incluye evaluación preoperatoria remota, coordinación logística, seguimiento postoperatorio en el país y apoyo virtual tras el regreso del paciente a su ciudad o país de origen.

En un entorno saturado de filtros, estándares irreales y presión social, la propuesta del Dr. Borrero es clara: la cirugía estética puede ser una herramienta válida, pero debe estar al servicio del bienestar, nunca de la ansiedad.

Desde su práctica médica y su influencia pública, promueve una visión humanizada de la belleza, donde el bisturí no impone, sino acompaña.

“Mi objetivo no es transformar rostros o cuerpos, sino transformar percepciones. Que cada persona se vea al espejo con tranquilidad, orgullo y salud”, concluye.

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