Un joven de 26 años en Corea del Sur fue condenado a un año de prisión, con suspensión de dos años, tras admitir que había ganado peso de manera intencionada para evitar el servicio militar obligatorio. El fallo fue emitido este martes por el Tribunal del Distrito Este de Seúl, en un caso que ha generado polémica en el país.
De acuerdo con los detalles presentados por la corte, el hombre ideó un plan que incluía duplicar su ingesta de alimentos y consumir grandes cantidades de agua antes de las evaluaciones médicas. Todo esto bajo un régimen diseñado por un conocido, quien también fue procesado y sentenciado a seis meses de prisión, con suspensión, por ayudar en esta maniobra.
Los registros revelan que el joven, de 1,69 metros de estatura, pesaba 83 kilos en 2017. Sin embargo, para 2022 alcanzó los 105 kilos, y en 2023, su peso se estabilizó en 102 kilos, logrando un índice de masa corporal (IMC) superior a 35. Este dato fue clave, ya que supera el umbral que podría justificar una exención del servicio militar activo.
Durante el juicio, el acusado confesó su mala conducta y expresó su disposición a cumplir con su obligación militar. Aunque su condena fue suspendida, el tribunal dejó claro que el joven deberá afrontar las consecuencias de sus actos y cumplir con el servicio militar como lo exige la ley.
En Corea del Sur, el servicio militar es obligatorio para todos los hombres y constituye un tema muy serio para la sociedad. Casos como este generan debate sobre las posibles lagunas en el sistema y las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento.
