Una escapada de ensueño a la isla griega de Zante se convirtió en una pesadilla para Ella Pick, una joven de 19 años proveniente de Boston. Lo que comenzó como días de diversión y relajación junto a sus amigas, pronto se tornó en una situación alarmante cuando empezó a experimentar intensos dolores de cabeza.
Durante una semana, Pick atribuyó sus malestares al efecto del alcohol y a la típica resaca que sigue a días de fiesta. Sin embargo, al regresar a casa, sus síntomas empeoraron drásticamente, llevándola a buscar ayuda médica. Fue entonces cuando recibió la impactante noticia: le dieron un pronóstico de un año de vida.
“Durante las primeras noches, todo parecía perfecto. Estábamos disfrutando al máximo”, compartió la joven. Sin embargo, su salud comenzó a deteriorarse rápidamente, llegando a un punto crítico cuando su ojo izquierdo se desvió, lo que alertó a los médicos sobre la gravedad de su condición.
Los dolores de cabeza se intensificaron, y la presión en la parte posterior de su cabeza se volvió insoportable. A pesar de haber sufrido migrañas anteriormente, Pick nunca había experimentado algo tan extremo. Ahora, enfrenta una batalla contra el tiempo para buscar tratamiento y esperar un milagro que le permita tener más tiempo de vida.