Según el informe anual de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC) en colaboración con la FAO y otras agencias de la ONU, Colombia enfrenta por primera vez un preocupante escenario de inseguridad alimentaria aguda entre su población residente. Aunque el porcentaje de personas afectadas en Latinoamérica y el Caribe disminuyó en 2023, Colombia presenta una situación crítica.
El informe, publicado este miércoles, destaca que el 3% de la población residente en Colombia, equivalente a 1,3 millones de personas, enfrentó graves niveles de inseguridad alimentaria aguda durante el período analizado. Este fenómeno golpea especialmente a las zonas rurales, donde los bajos ingresos y la alta vulnerabilidad a eventos climáticos extremos son factores determinantes.
Colombia, a pesar de ser considerado un país de ingresos medios o altos con capacidad gubernamental para apoyar a su población, enfrenta uno de los niveles más altos de pobreza, desigualdad de ingresos e informalidad laboral en la región, según el informe. Esta situación se agrava por la peligrosa travesía que enfrentan los migrantes y refugiados que atraviesan el país hacia el norte de la región, siendo obligados a cruzar la selva del Darién, frontera natural con Panamá.
El documento también señala que el 62% de la población migrante o refugiada, equivalente a 2,9 millones de personas, experimentaron inseguridad alimentaria aguda en Colombia. Este fenómeno se ve exacerbado por condiciones meteorológicas extremas, como los eventos relacionados con El Niño, que han empeorado ligeramente la situación.
El informe también menciona de manera superficial la situación en otros países como Bolivia, Venezuela, Perú y Ecuador, donde las condiciones meteorológicas extremas han contribuido al deterioro de la seguridad alimentaria.