En una iniciativa que generó polémica en redes sociales, la alcaldesa de la ciudad de Ibagué, llevó a un grupo de estudiantes a la cárcel de alta y mediana seguridad de Coiba.
Los jóvenes fueron trasladados a este centro de reclusión que está ubicado en la población en mención en lo que se denominó una “terapia de choque”.
Con esto, “solo se buscaría que los adolescentes experimentaran en carne propia el impacto de estar recluido en una cárcel”, explicó la mandataria Johana Aranda.
De este modo, dice la funcionaria, “incentivarlos para no caer en conductas delictivas, ha causado reacciones a favor y en contra”.
La estrategia, que hace parte del programa ‘Delinquir no paga’ se extenderá a otros colegios de esta importante urbe.
“Iniciamos esta estrategia, en la que queremos que ellos se enfrenten a una realidad que tal vez desconocen. Queremos que sean capaces de tomar buenas decisiones”, subrayó la funcionaria pública.