El envejecimiento solitario se ha convertido en una creciente preocupación para muchos alrededor del mundo. En respuesta a esta inquietud, el concepto de “cohousing” ha surgido como una alternativa cada vez más popular para envejecer en compañía de otros en situaciones similares.
El cohousing, un modelo residencial donde los residentes tienen sus propias viviendas privadas pero comparten áreas comunes y se apoyan mutuamente en el proceso de envejecimiento, ha ganado terreno en los últimos años. En lugares como Sao Paulo, Brasil, grupos de personas, en su mayoría adultos mayores, han optado por vivir juntos para enfrentar la vejez en comunidad.
Norival de Oliveira, uno de los impulsores de esta iniciativa en Brasil, explicó que el objetivo principal del cohousing es contrarrestar el aislamiento social al que muchas personas mayores se enfrentan a medida que envejecen. Este tipo de comunidad fomenta la convivencia y evita que los adultos mayores se sientan marginados.
En el caso de Sao Paulo, un grupo de alrededor de 25 personas decidió unirse para vivir juntos. La mayoría de ellos comparten intereses y afinidades similares, lo que fortalece el sentido de comunidad. Sin embargo, uno de los desafíos para unirse a este grupo es la necesidad de contar con recursos económicos suficientes. Cada persona debía ser capaz de costear su propio terreno, construir su casa y contribuir con una cuota inicial única, lo que resultó ser un obstáculo para algunos, ya que el costo total para unirse al proyecto ascendía a 100 mil dólares.
Este tipo de iniciativas ofrece una alternativa atractiva para quienes buscan envejecer de manera activa y acompañada, promoviendo la solidaridad, el compañerismo y la calidad de vida en la vejez.