En Las Bóvedas de Cartagena, la vitrina de artesanos colombianos está en peligro, con comerciantes preocupados por su posible expulsión. Un juez, tras una demanda de la Escuela Taller, ha ordenado la terminación de contratos de arriendo firmados desde 1991, lo que podría afectar a decenas de familias que han invertido décadas en este lugar.
Desde los años 70, estas familias han convertido Las Bóvedas en un importante punto de venta de artesanías, siendo un legado para la ciudad y parte esencial de la distribución de la artesanía nacional. Ana Raquel y María José Gil, hijas de los primeros comerciantes, también venden sus obras allí y subrayan su papel como patrimonio cultural y como representantes de la identidad colombiana para los visitantes.
A pesar de la solicitud del Ministro de Cultura en 2021 para extender los contratos de arrendamiento y realizar un avalúo justo, esta medida no se ha llevado a cabo. Los comerciantes hacen un llamado al alcalde Dumek Turbay para encontrar una solución que les permita seguir con su labor artesanal.
Actualmente, Las Bóvedas albergan 20 locales donde se exhiben obras de artistas locales y artesanos de toda la región, incluyendo una bóveda con una réplica de la India Catalina elaborada por el maestro Eladio Gil, que también permite a los visitantes tomarse fotografías.