Ximena Hoyos, dueña de Lavocadería, contó la mala experiencia que vivió Natalia, una de sus colaboradoras que tiene Síndrome de Down y que trabaja como mesera.
La mujer contó que Natalia trabaja desde hace cuatro años en el restaurante, siendo una de las mejores meseras:
“Natalia se encarga de ayudarnos con el servicio a la mesa. Ella es una persona supremamente capaz. Ella atiende a las personas. La saluda, les dice donde sentarse, les lleva la carta, les da la bienvenida. Ella lleva bebidas”, resaltó la mujer.
La propietaria del establecimiento relató que Natalia atendió a un extranjero que iba acompañado de una mujer, al parecer colombiana, quien despreció a la mesera, supuestamente por su síndrome:
“Llegó un extranjero con una pelada, una mujer cuya descripción no voy a dar, cero estigmas (…) Natalia los recibió superquerida como siempre, entonces le dijo: ‘Hola, ¿cómo están, bienvenidos?’, a ella no se lo entiende muy bien a veces cuando habla, pero no pasa nada, (…) Entonces cuando Natalia les fue a entregar la carta, la pelada le dijo:’amiga, yo no quiero que usted me atienda, por favor, váyase y llame otro mesero’. Natalia se quedó cómo que ella le hizo un shock por dentro, cómo que ya no entendía qué le estaba diciendo” puntualizó.