Natalia Madrid, una joven que logró cumplir uno de sus grandes sueños: graduarse como licenciada en Ciencias Naturales y Educación Ambiental. Lo hizo gracias a las ventas de obleas y otros productos que Natalia realizó en la universidad durante su carrera.
La joven empezó vendiendo rosquillas de queso, luego crispetas y, finalmente, obleas, el producto estrella que le permitió cubrir sus gastos, pagar su universidad y graduarse.
“Logré ahorrar para el costo de los semestres antes de la matrícula cero y, por supuesto, me ayudé con los gastos del diario en la universidad”, dijo Natalia.
Natalia recorrió todos los rincones de la universidad en la que estudiaba vendiendo sus productos entre estudiantes, docentes y trabajadores. Con nada más que un recipiente de plástico con la etiqueta ‘1k’ en la parte frontal, la joven logró reunir el dinero para ayudar a sus padres con los gastos académicos, entre ellos los pasajes y materiales que necesitaba. De allí que posara con ella en sus fotos de grado: hace parte de su historia, una marcada por la pujanza y la perseverancia.
De acuerdo con la Universidad de Córdoba, la joven trabaja en una panadería en Montería. En este momento, se encuentra a la espera de ofertas laborales que toquen a su puerta o, en su defecto, se aparezcan en redes sociales.
Fuente: El Tiempo
