Julián Andrés Rosales Garzón es un niño colombiano, oriundo de Cali, que fue diagnosticado con cáncer terminal y posteriormente trasladado a Miami, Estados Unidos para poder continuar con su tratamiento.
A pesar de mucho esfuerzo por parte del cuerpo médico, el estado de salud del caleño no mejoró, tanto así que ya no tiene opción de quimioterapia.
Los médicos no le dan esperanza de vida, ya que el cancer está en casi todo su cuerpo, en los pulmones, la cabeza, el ojo, en el hígado y hasta en la mandíbula.
El niño pronunció su deseo a Noticias RCN, “Que si le pudieran sacar una visa humanitaria a mi papá para que esté conmigo acompañándome. Me gustaría porque él lleva dos años y medios o tres sin venir a verme, me siento aburrido de estar aquí sin mi papá”.
A pesar de su estado de salud muy deteriorado, Julián sigue hablando de su sueño de ser futbolista y de su deseo de poder ver otra vez a su papá.