Desde el Parlamento Europeo se aprobó el proyecto que busca prohibir la venta de vehículos nuevos con motor de gasolina y diésel a partir del año 2035. Con esta acción la Unión Europea busca reducir en un 55% las emisiones de carbono para el 2030.
Cabe destacar que este proyecto salió adelante a pesar de rechazo del Partido Popular Europeo y la derecha, luego de conseguir 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones.
Según Jan Huitema, eurodiputado liberal, esta iniciativa, “es el comienzo de una gran transición de la Unión Europea, ya que nos volverá más independientes de combustibles fósiles de terceros países”. Así mismo, aseguró que esta media acelerará el cambio hacía los automóviles totalmente eléctricos y facilitará “la evolución del mercado”.
Contrario a esto, los parlamentarios de la derecha aseguran que con esta aprobación, se pone en riesgo la industria automotriz de Europa y lo consideran como un “tremendo error estratégico”.
