Como dice el dicho “no todos los héroes tienen capa” este es el caso de los equipos de rescatistas que están llegando a Turquía y Siria de todas partes del mundo para apoyar en una situación que ha cobrado más de 15.000 vidas.
Es así como tanto los equipos que ya están como los que vienen llegando, seguían salvando el miércoles a contrarreloj a supervivientes atrapados en los escombros del terremoto ocurrido el pasado lunes, durante dos días y dos noches desde el sismo de magnitud 7,8, miles de socorristas trabajaron en temperaturas gélidas para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados a ambos lados de la frontera.
Según Kerem Kinik , el responsable de la Media Luna Roja turca, que vendría siendo la organización turca equivalente de las organizaciones nacionales de Cruz Roja en la mayoría de los países del mundo islámico, advirtió que las primeras 72 horas eran críticas en las labores de rescate, pero señaló que estas se veían entorpecidas por las “severas condiciones meteorológicas”.
Por encima de estos problemas los rescatistas han podido salvar a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en la castigada provincia turca de Hatay, donde municipios enteros desaparecieron.
En Turquía, se han declarado siete días de luto y un estado de emergencia de tres meses en las provincias más castigadas, el número de fallecidos alcanzó las 12.391 personas, según las autoridades.