
La micropigmanetación y el microblading son procedimientos en las cejas para que luzcan con una apariencia más gruesa.
El microblading consiste en el uso de unas láminas delgadas para cortar la piel y depositar el pigmento en forma de pelo, pero después de un tiempo cuando el pigmento se absorbe no queda una línea delgada, sino que se va regando y queda algo borroso.
La micropigmentación se basa en colocar un pigmento en la capa superficial de la piel, que no llega a ser tan marcado y profundo como un tatuaje, después de este procedimiento a la mayoría de las personas le pasa que el pigmento se oxida y se torna de un tono naranja, rojo, verdoso o grisáceo.
Estos procedimientos de belleza generan riesgos en la piel del rostro, en el caso del mircoblading pueden tener efectos nocivos, al causar cicatrices hipertróficas, queloides o infecciones, además de posibles alergias a los pigmentos, mientras que en la micropigmentación el folículo se va tapando, cuando se empiezan a realizar más retoques termina quedando un tatuaje, lo que puede generar la muerte folicular, ya que queda obstruido por el pigmento.
A raíz de la debilidad folicular también se empiezan a caer los pelos, de aclaran y se nota más la micropigmentación.