Con el índice de inflación de septiembre de 2024 en mano, los analistas ya están proyectando el posible aumento del salario mínimo para 2025. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la inflación anual es del 5.81%, y se espera que se reduzca a un 5.2% en los próximos meses. Estas cifras serán clave en las negociaciones entre el Gobierno, sindicatos y empresarios para determinar el incremento salarial del próximo año.
El salario mínimo en Colombia, que en 2024 se fijó en 1,300,000 pesos más un subsidio de transporte de 140,606 pesos, afecta directamente a millones de trabajadores. Las negociaciones de ajuste buscan equilibrar el poder adquisitivo de los empleados con la estabilidad económica de las empresas. En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha recomendado que el salario mínimo sea suficiente para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias.
Expertos proyectan que el aumento del salario mínimo para 2025 podría estar entre el 8% y el 10%, lo que situaría el salario en aproximadamente 1,404,000 pesos sin incluir el subsidio de transporte. Sin embargo, Camilo Pérez, director de investigaciones económicas del Banco de la República, estima un incremento más moderado del 7.7%, con lo cual el salario mínimo quedaría en 1,400,000 pesos.
El impacto de este incremento sería significativo para los trabajadores que perciben los salarios más bajos, quienes verían una mejora en su capacidad de consumo y ahorro. El aumento no solo busca compensar la inflación, sino también mejorar la calidad de vida de las familias colombianas, impulsando el consumo interno y fortaleciendo la economía.
Para las pequeñas empresas, el incremento del salario mínimo representa tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, podría mejorar la productividad y reducir la rotación de personal, pero también aumentaría los costos operativos, lo que obligaría a muchas empresas a ajustar sus precios o buscar mayor eficiencia para mantenerse competitivas en el mercado.