En una particular decisión judicial en Canadá, un tribunal determinó que el emoji con pulgar hacia arriba es una forma no escrita de confirmar un contrato.
“Este tribunal reconoce que un emoji de (pulgar arriba) es un medio no tradicional de ‘firmar’ un documento” expresó el juez.
Esta particular decisión se dio en el caso de un agricultor de la provincia canadiense de Saskatchewan quien al parecer en el año 2021 acordó venderle 81 toneladas de linaza a un comprador, quien había firmado el contrato y envió una captura a Chris Achter, el agricultor quién respondió con el emoji del pulgar arriba.
Según Achter, el amoji significaba que había recibido el contrato, más no era una confirmación del mismo y el comprador lo interpreto como una confirmación.
Por lo cual, un juez canadiense determinó que tras los dos sostener una larga relación comercial a la que anteriormente respondían a los contratos escuetamente, ya sea con un “sí” un “de acuerdo” o un “ya lo reviso” y ver la definición en Dictionary.com del emoji según la cual esté expresa, asentimiento, aceptación o ánimo en las conversaciones digitales, el contrato se consideraba válido y el agricultor debía pagar una suma de 82.200 dólares canadienses que equivalen a $244.793.354 pesos colombianos por daños y perjuicios.
