
Gabriel Rochet, un joven de 16 años, sorprendió al mundo al fabricar su propio teléfono móvil con un presupuesto de apenas 30 dólares y materiales reciclados. Su curiosidad por la electrónica lo llevó a desarrollar el dispositivo desde cero, demostrando que la tecnología accesible es posible.
📍Todo comenzó hace tres años, cuando Gabriel se preguntó cómo funcionaba realmente un teléfono. Después de varios intentos fallidos, circuitos reciclados y cables sueltos, logró construir un modelo funcional en su décima prueba, consolidando su aprendizaje autodidacta.
📌El joven francés señaló que su intención no era competir con las grandes marcas, sino demostrar que muchas veces usamos tecnología sin conocer su funcionamiento. Su historia se ha vuelto viral y ha inspirado a otros jóvenes a explorar la ingeniería y la innovación con recursos limitados.