Las autoridades de Medellín confirmaron que la muerte de Diana Vélez y sus dos hijos, María Camila y Juan Carlos Hincapié, ocurrida en el barrio La Isla, no fue un acto conjunto de atentado contra sus vidas, sino un homicidio doloso. La Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional han descartado la teoría inicial de suicidio colectivo y trabajan bajo la premisa de un asesinato premeditado.
El trágico suceso, que sacudió a la comunidad el pasado 11 de septiembre, dejó a tres miembros de una familia sin vida en su hogar ubicado en la comuna Santa Cruz. Las víctimas fueron encontradas sin signos de violencia visible, lo que en un principio llevó a considerar la posibilidad de un envenenamiento acordado entre ellos.
Sin embargo, la investigación tomó un giro cuando se reveló el testimonio de una persona cercana a la familia. Según Blu Radio, esta persona recibió un mensaje, supuestamente enviado por Juan Carlos, de 17 años, en el que detallaba qué hacer al encontrar los cuerpos. Este mensaje levantó sospechas sobre la naturaleza del caso, sugiriendo desde el principio que podía tratarse de un homicidio.
La investigación avanza, y las autoridades siguen recabando pruebas para esclarecer los detalles de este doloroso caso que ha dejado conmocionada a la ciudad de Medellín.