Un reciente análisis publicado en el British Journal of Ophthalmology advierte que para el año 2050, se estima que 740 millones de niños y adolescentes padecerán miopía, una condición que actualmente afecta a 1 de cada 3 menores. La miopía, que se caracteriza por la dificultad para ver objetos a distancia, generalmente se manifiesta en la primera infancia y tiende a agravarse con el tiempo.
Yajun Chen, investigador de la Universidad Sun Yat-sen (China) y autor principal del estudio, enfatiza que la miopía se ha convertido en un desafío significativo para la salud pública mundial, ya que su prevalencia está aumentando rápidamente entre los más jóvenes. “La visión de los niños pequeños es especialmente susceptible a factores ambientales, especialmente durante el período crítico de desarrollo visual que experimentan los preescolares”, agregó Chen.
Los expertos también sugieren que la pandemia de COVID-19 pudo haber contribuido al aumento en los casos de miopía registrado en 2020. El confinamiento, que resultó en una disminución del tiempo al aire libre y un incremento en el uso de pantallas, podría haber intensificado la carga ocular en esta población, representando un reto serio para la prevención y control de la miopía.
Para mitigar la progresión de esta afección, los investigadores recomiendan varias medidas: aumentar el tiempo dedicado a actividades al aire libre (al menos dos horas diarias), reducir el uso de pantallas, especialmente en menores de 18 años, y fomentar descansos regulares durante el uso prolongado de dispositivos. Asimismo, subrayan la importancia de realizar revisiones oculares periódicas para detectar y tratar cualquier problema a tiempo.
