El Partido Comunista de China se encuentra en una situación de emergencia demográfica, buscando revertir la disminución en la tasa de natalidad que ha llevado a una reducción de la población china por segundo año consecutivo. En un intento por incentivar a las mujeres a tener más hijos, el gobierno ha implementado diversas medidas, como ofrecer viviendas más asequibles, beneficios fiscales y subsidios económicos.
A pesar de estos esfuerzos, las estadísticas revelan que la tendencia a evitar el matrimonio y la maternidad entre las mujeres chinas persiste, exacerbando la preocupación en torno al envejecimiento acelerado de la población y sus implicaciones para la economía futura del país.
En el año 2023, el número de nacimientos fue de 9.02 millones, marcando el séptimo año consecutivo de descenso y una disminución respecto a los 9.56 millones registrados en 2022. Paralelamente, la cifra de fallecimientos ascendió a 11.1 millones, contribuyendo a una reducción total de 2 millones de personas en la población china, que alcanzó los 1,409,670,000 a finales de 2023, según datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas.
Ante este panorama, el gobierno chino ha instado a las mujeres a asumir roles tradicionales de “buenas esposas y madres” y ha apelado al sentimiento patriótico como parte de sus intentos por revertir la tendencia demográfica negativa. Sin embargo, la efectividad de estas medidas sigue siendo cuestionada en medio de un cambio cultural y social que ha llevado a muchas mujeres a postergar o evitar la maternidad y el matrimonio.