A partir del 1 de noviembre de 2023, el gobierno colombiano implementará el Impuesto Saludable, como parte de la Reforma Tributaria propuesta por el Presidente Gustavo Petro. Esta medida busca abordar tanto los impactos ambientales como los riesgos para la salud asociados con el consumo de alimentos y bebidas no saludables. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los impuestos saludables gravan productos perjudiciales como tabaco, alcohol y bebidas azucaradas, que contribuyen a enfermedades no transmisibles como cardiovasculares, respiratorias, cáncer y diabetes.
Durante los primeros dos años, las bebidas azucaradas con una concentración de 6 gramos de azúcar por 100 ml estarán sujetas a un impuesto. Después de este período, el impuesto se aplicará a las bebidas con 5 gramos de azúcar por 100 ml. En cuanto a los alimentos ultraprocesados, se les impondrá un impuesto del 10% en 2023, que aumentará al 20% en dos años, con algunas excepciones notables como el salchichón, la butifarra, el pan y el arequipe.
Para proteger a los pequeños productores, la medida solo afectará a aquellos cuyos ingresos derivados de la venta de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados superen los $424 millones anuales. Esto tiene como objetivo minimizar el impacto en las empresas más pequeñas y fomentar la producción y venta de alimentos más saludables.
Los alimentos y bebidas afectados por el Impuesto Saludable incluyen productos ultraprocesados que contienen grasas, grasas vegetales o animales, aceites vegetales parcialmente hidrogenados, y ingredientes con sodio o sales de sodio agregadas. Además, se gravarán productos a base de leche, confitería sin cacao, preparaciones de cereales, productos de panadería y pastelería, condimentos, salsas, mostaza, y una variedad de bebidas como gaseosas, café instantáneo, leches achocolatadas, jugos y energizantes.
Esta medida pretende promover la adopción de una dieta más saludable y, al mismo tiempo, combatir la obesidad y enfermedades relacionadas con la ingesta de alimentos no saludables, en línea con los esfuerzos de salud pública a nivel mundial. El gobierno colombiano espera que el Impuesto Saludable contribuya a mejorar la calidad de vida de la población y a reducir los impactos negativos en el medio ambiente.