La reforma pensional plantea que los ciudadanos que ganan entre 1 y 3 salarios mínimos deberán cotizar en Colpensiones, mientras que aquellos que cotizan entre 4 y 25 salarios tendrán la opción de ahorrar en fondos privados. Una vez completen las semanas requeridas, sus ahorros serán transferidos a Colpensiones.
Hace algunas semanas, en el marco de un seminario organizado por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) y Fedesarrollo, diversos gremios y analistas recomendaron disminuir el umbral del pilar obligatorio en Colpensiones, estableciendo un rango de ingresos entre 1 y 1.5 salarios mínimos.
Al respecto, Jaime Dussán, presidente de Colpensiones afirmó que no habrá concertación: “Los empresarios no tienen la razón. Lo que quieren es seguir manejando la plata de los pobres y los humildes y este es el Gobierno del Cambio. Vamos a cambiar la orientación política del país”.
El objetivo principal es lograr que todos los trabajadores coticen, teniendo en cuenta que 15 millones de colombianos no tienen garantizada su pensión. En esta línea, el Gobierno planteó el bono solidario como una alternativa para asegurar la pensión de aquellos adultos mayores en condición de vulnerabilidad que no cumplen con todas las semanas de cotización.
El Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, también dijo que no se ajustará a lo que proponen los empresarios: “El umbral es importante porque mira para arriba y para abajo. Con ese umbral establecido, los fondos siguen recibiendo las cotizaciones por encima de tres salarios, que no es una cifra despreciable”.
Si la reforma es aprobada, a partir de enero de 2024, en Colombia quedará operando un solo régimen pensional administrado por el Estado. Para convertirse en ley, le hace falta un debate más en la Plenaria del Senado y otros dos en la Cámara de Representantes.