Durante el sepelio de dos hinchas de Atlético Nacional, en Giríon, se formó un tiroteo que dejo cuatro personas heridas. Entre ellos está Jairo Durán Olivares, quien fue trasladado a la Clínica Foscal, en Floridablanca.
Luego de que el hombre estuviera en la clínica, su pareja denunció pésima atención en el centro médico. La mujer indicó que la bala que le impactó su espalda permanece en su cuerpo y lo enviaron a la casa con una fórmula médica para que se tomara unas pastillas de ibuprofeno y acetaminofén.
La mujer señala que los médicos dijeron que la bala que ingresó al cuerpo no pudo extraerse, ya que la Sijín debió estar en el proceso.