Qin Gang, quien hasta hace poco era embajador de China en Estados Unidos, En su primera comparecencia como canciller en la reunión parlamentaria anual de China, adoptó un tono mucho más combativo, advirtiendo de las “consecuencias catastróficas” de lo que describió como una “apuesta temeraria” de Washington en el trato que dispensa a la otra superpotencia.
“Si Estados Unidos no pisa el freno y sigue avanzando a toda velocidad por el camino equivocado, no habrá barandilla que pueda evitar el descarrilamiento, y seguramente habrá conflicto y confrontación”, declaró Qin al margen de la Asamblea Popular Nacional en Beijing.
En el acto, que contó con un guion muy elaborado, Qin marcó el tono de la política exterior china para el próximo año y los siguientes, reprochando a Estados Unidos el aumento de las tensiones bilaterales y defendiendo la estrecha asociación de Beijing con Moscú.
Las relaciones entre las dos mayores economías del mundo atraviesan su peor momento en décadas, y las tensiones aumentaron el mes pasado después de que un presunto globo espía chino sobrevolara Norteamérica y fuera derribado por cazas estadounidenses.
El incidente, según Qin, demuestra que “la percepción y las opiniones de Estados Unidos sobre China están gravemente distorsionadas. Considera a China su principal rival y el mayor desafío geopolítico”.
“Estados Unidos afirma que busca competir con China y que no busca el conflicto. Pero en realidad, la llamada “competencia” de EE.UU. es una contención y supresión total, un juego de suma cero de vida o muerte”, afirmó.
“La contención y la represión no harán grande a Estados Unidos, y Estados Unidos no detendrá el rejuvenecimiento de China”, afirmó Qin. La rivalidad entre Estados Unidos y China se ha intensificado en los últimos años.
El martes, Qin acusó a EE.UU. de reaccionar exageradamente en su respuesta, lo que, según él, creó “una crisis diplomática que podría haberse evitado”.