Hay cosas básicas como apagar la luz cada vez que se sale de una habitación. El bulo de que cuesta más estar encendiendo la lámpara de la habitación todo el tiempo es solo eso, un bulo.
Pero poca gente piensa en cosas como dónde colocar el frigorífico, el electrodoméstico que más consume de toda la casa.
Puede parecer una obviedad, pero tener unas ventanas que cierren correctamente o unas buenas cortinas puede hacerte ahorrar bastante en la factura de tu casa.
Hay que tener en cuenta que la climatización (calefacción + aire acondicionado) en general supone el mayor gasto en energía de los hogares.
Asimismo, cerrar las puertas de las habitaciones puede ayudarte a reducir el precio de tu factura.
Usar electrodomésticos de clase A y hacer un uso óptimo de cada uno de ellos en casa es clave si queremos empezar a ahorrar luz en nuestros hogares.